COMENZAMOS EL AÑO DE LA MISERICORDIA

¿Qué es el Año de la Misericordia?

• Es el tiempo de retornar a lo esencial
para hacernos cargo de las debilidades y
dificultades de nuestros hermanos (cfr. 10)
• ¡Este es el tiempo oportuno para cambiar
de vida!
• Este es el tiempo para dejarse tocar el
corazón.
• Un Año Santo extraordinario, para vivir en la
vida de cada día la misericordia que desde
siempre el Padre dispensa hacia nosotros.
• Dejémonos sorprender por Dios. Él
nunca se cansa de destrabar la puerta de su
corazón para repetir que nos ama y quiere
compartir con nosotros su vida.
• Es un momento en el que de un modo
mucho más intenso estamos llamados a
tener la mirada fija en la misericordia.

¿Qué es la Misericordia?

• La misericordia se muestra como la fuerza
que todo vence, que llena de amor y que
consuela con el perdón.
• Estamos llamados a vivir de misericordia,
porque a nosotros en primer lugar se nos ha
aplicado misericordia; y porque como ama el
Padre, así aman los hijos.
• La misericordia es la viga maestra que
sostiene la vida de la Iglesia.

La peregrinación

• Como imagen del camino que cada persona
realiza en su existencia, indicándonos Jesús
ante todo, no juzgar y no condenar.
Y perdonar y dar.
• Se deberá realizar una peregrinación para
llegar a la Puerta Santa en Roma y en
cualquier otro lugar, de acuerdo con las
propias fuerzas. (14)
• Como signo de que la misericordia es una
meta por alcanzar y que requiere
compromiso y sacrificio.
• Como estímulo para la conversión:
atravesando la Puerta Santa nos dejaremos
abrazar por la misericordia de Dios y nos
comprometeremos a ser misericordiosos con
los demás como el Padre lo es con nosotros.

María, Madre de la Misericordia

• La misericordia se muestra como la fuerza
que todo vence, que llena de amor y que
consuela con el perdón.
• Estamos llamados a vivir de misericordia,
porque a nosotros en primer lugar se nos ha
aplicado misericordia; y porque como ama el
Padre, así aman los hijos.
• La misericordia es la viga maestra que
sostiene la vida de la Iglesia.

En la práctica

• Perdonar a quien nos ofende.
• Rechazar el rencor, la rabia, la violencia y
la venganza.
• Encomendar en la oración a los hermanos.
• Abrir el corazón a cuantos viven en
situaciones de precariedad y sufrimiento.
• No caer en la indiferencia, habitualidad o el
cinismo.
• Abrir los ojos para mirar las miserias del
mundo, las heridas de los hermanos
privados de dignidad y escuchar su grito de
auxilio.
• No juzgar.
• Jesús nos las presenta para que podamos
darnos cuenta si vivimos o no como
discípulos suyos.
• Reflexionarlas como un modo para
despertar nuestra conciencia.
• Redescubrir las obras de misericordia.